Recordás la vez primera que escuchamos esa rola, mi Rivera? claro que recordás, como olvidar, aunque querés seguro estoy. No, no lo estoy, lo ignoro por completo, no quiero saberlo, no me digas, no confirmes. Permiteme ser el guardian de ese momento, al menos en mi mente y existencia. Recordás como te brillaron los ojitos mientras te susurraba esas notas al odio cuando te pedia que hicieramos el amor? Las murmuraba con mi silencio, las cantaba con mi garganta cerrada, con los ojos. Tantas canciones que me atan a tu recuerdo Rivera.. tantas tantas. Las recordás todas? todas las que me cantabas y las que te canté? y esque nuestra relación fue una de música, verdad? no me dejaras mentir. Te comunicabas conmigo con música y yo respondía acorde, como con la pintura en vidas pasadas, eso no creo que lo recuerdes.

No, no, sulla tua bocca lo dirò,
quando la luce splenderà!
Ed il mio bacio scioglierà il silenzio
che ti fa mia.
. . .
Dilegua, o notte! Tramontate, stelle!
Tramontate, stelle! All'alba vincerò!
Vincerò! Vincerò!

Déjame susurrartelo otra vez, una última vez antes de liberarte de mi, antes de poder soltarte. Despues de todo Rivera, creo que eso poquito me lo debes. Y cuando termine de cantarla en silencio vete, lárgate y déjame ser, ocúltate en tu cueva de huesos y silencios a gritos, de sombras iluminadas y ojos parlantes. Nunca pude soportar tus ojos, sabés? siempre me interrogaron más de la cuenta, me desnudaban sin poder sostener siquiera los calzones para cubrirme, fulminantes tus ojos, totales. Aún asi de vez en cuando me sorprendo extrañandolos, deseando ser explorado de nuevo por ellos, que recorran mi piel como gaviotas la playa, como el sol las gotas de brisa matutina. Ves como no puedo soltarte aún? Ves como no puedo aunque quiera? Y esque vieras las ganas que cargo de querer soltarte, de poder ya no pensar en ti, de no hacerte en mi mundo como si fueras parte mia, como te exorcizo? dime. A fin de cuentas eso eres ya, no? un fantasma, una aparición que me visita para atormentarme con su recuerdo, con su aullido de ultratumba serena, de sirena negada. Ya no me cantes, ya ni en sueños, sobretodo en sueños.
Ya vi tu rostro sumergido en aguas turbias y proféticas, no me forzes a ver esa visión convertida en realidad, no puedo, por eso me marcho. Para que mueras en silencio y contigo, con nadie más, porque si te lloro te volveré a ahogar.