Wednesday, March 11, 2009

Al sur de los Pirineos.

De vuelta en Dreux. España me ha dejado recuerdos y momentos que llevaré conmigo por el resto de mis dias sobre esta piedra flotadora que los humanos insisten en llamar el planeta Tierra. Siempre he pensado que el viajar le abre a uno los ojos, el alma, el espiritu, los talentos, la mente y la cartera; ahora lo reafirmo. Madrid me aportó una pieza más de este rompecabezas que soy yo y Barcelona la risa que pensé haber perdido hace unas semanas. Pensaba que aquí sufriría algún bizarro proceso alquímico resultando en un ente europeizado-latinizante-mexicano; y aunque en alguna manera si es cierto, tambien lo es el hecho que reafirma uno quien es (o quien piensas ser) y revalorizas de donde vienes y quizá visualizas un poco mas claro a donde vas.
Mas alla del Prado, del Reina Sofia, de la Plaza Mayor y la tan traqueteada Puerta de Alcala y la del Sol; Madrid es para mi un solar, un arbol en un parque, un pequeño oasis provinciano en este imperio global; esperaba encontrar la capital de los conquistadores y encontré una ciudad muy, pero muy, similar a la Ciudad de México; la urbanización, su arquitectura, su aire y viejos andares. Madrid es un juego de ajedrez en el Retiro, es una estación de trenes con destino a Toledo, es un cigarro en espera del autobus, es deambular por la Gran Vía, es perderse entre llaveros y postales y camisetas y abanicos.
Barcelona, al contrario, es una sonrisa que se convierte en carcajadas y luego en dolor de panza por tanto reir. Es levantarse a las siete para alcanzar el desayuno y salir despues a caminar y toparse con Gaudi en las esquinas, es escuchar catalán y confundirlo con frances primero y luego con italiano, son amigos que importan más de lo que pensé en el momento; Barcelona es todo lo que Madrid no es, y eso ya es mucho.
Y para finalizar este trío está Toledo. A Toledo le amo, es una larga calle sinuosa donde se esconden los sueños medievales y las fantasias mozarabes, es el reducto olvidado de templarios imaginarios y de las brujas de Goya, el rincón del Greco.

Con esto me quedo de España, y otras cosas por ahi.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Bonito pensamiento, oye pero cambiándote de tema, si no lo sabes investiga lo de la mujer secuestradora francesa detenida y setenciada en México...para que les digas a tus compañeros que no solo los mexicanos somos peligrosos. jeje.( es que me traume con lo de la mexicana narco y el frances asaltado, jeje). Te envío saludos con tod@ mi...envidia

atte. Raúl

11:56 AM  
Blogger Ariadna said...

eso que dices que recordaste a México en España, ya lo había dicho creo que Gaos (corrígeme si me equivoco) al hablar sobre el exilio español en México. Decía que los españoles en México no eran exiliados sino transterrados, pues encontraban en México la extensión de España.

Aunque, debo decirte que de hecho si estuviste en el país de los conquistdores, tanto los de los siglos XVI al XIX como los del siglo XX... si no ve cuantas pinches narices millonarias españolas están metidas en la economía mexicana...

9:12 PM  
Anonymous Anonymous said...

Alguna vez una conocida me dijo que conocer España era como conocer a una abuela que nunca has visto,pero que en ocasiones te han dicho que te pareces a ella y al encontrar verificas que sí, llevas su herencia!
y desde entonces tengo tantas ganas de conerla...

Oye es cierto lo que dice Raúl, es tu turno de mencionarle a los de allá que sus paisanos también son "malos" con los mexicans jeje. Muchos saludos.
L.

11:30 AM  

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