Friday, June 16, 2006

Le beau jeu

Un balon une al mundo. Es cierto. La copa del mundo es el unico evento deportivo que logra unir al mundo como un igual. Las Olimpiadas, con todo su equipo mercadotecnico que las anuncia como un periodo de hermandad son eclipsadas por tantos deportes de boutique practicados por unos cuantos que poseen el dinero para poder llevarlos acabo. Competencias selectas para los mas ricos. El futbol no, uno encuentra jugadores en toda la ciudad. Desde canchas construidas especificamente para ello hasta los barrios mas humildes donde el balon es construido con trapos y mas trapos hechos nudos hasta formar el esferico... y bota.

Mexico acaba de empatar con Angola; pero eso, disculparan, no es lo importante. Lo verdaderamente importante se vio antes del partido, en las afueras del estadio, se escucharon tambores africanos junto a cornetas de mariachi, se vieron cazadores angoleses bailando con chinas poblanas a un son afro-mexicano. Es ahi donde se encuentra el verdadero poder del futbol. Logra construir la gran fiesta mundial de cada cuatro años. Un afortunado pais es seleccionado para abrirle sus brazos al mundo y festejar, como nunca antes o despues, la fiesta del gol.

Le beau jeu, el bello juego. El futbol es bello. Es bello cuando el futbolista logra elevarlo a esas alturas. Nadie puede negar que al ver jugar a Brasil se ven trazos de ballet, de samba, de baile. Es esa tecnica con improvisacion, ese sentir el latido de la tribuna, la inspiracion en busca del gol perfecto, el gol bonito. Nadie puede negar que un buen partido nos deja satisfechos, no tanto por el marcador, sino por la experiencia. Los pases, las jugadas, los balonazos que nos quita el aliento por momentos, nos dejan en silencio por otros. Construye la tension, la eleva, la sostiene y cuando uno menos lo espera el balon rueda por entre las piernas de jugadores, uno a uno, hacia adelante, siempre hacia adelante. Esquiva contrincantes, se burla de las defensas, se alinea con el empeine del goleador, este patea, con fuerza, suspendiendo la respiracion, sus oraciones bordadas a la piel seca del esferico, este gira, avanza implacablemente, rompe el aire con su zumbido de dolor sublimador, burla al guardameta y por instantes se mantiene suspendido entre la malla... casi sin poder creerlo el estadio desborda su tension contenida en un ensordecedor-- GOOOOOOOOOL!! GOOL! GOOL GOOOOOOOOOOOL! Despierta un mounstruo endormecido, despierta al ver a su ahora idolo correr por la cancha con los brazos extendidos, despierta al ver su equipo detras, como cola de cometa, intentando abrazarlo y levantarlo en hombros. Retumban los tambores, gritan las matracas, las cornetas tratan de competir con los chiflidos, se encienden cuetes, vuelan globos, brillan los reflectores de las camaras, las mujeres bailan mientras alzan sus brazos, ya en plegarias, ya en agradecimientos por haber sido escuchadas por alguna obscura divinidad deportiva; ya los hombres se abrazan y brincan todos juntos y gritan y aplauden y comparten por instantes su alegria, ya otros lloran, si lloran, lloran por ver a su equipo anotar un punto, por acercarse mas a ese sueño, y con ellos toda la aficion que va detras del equipo. En ese instante el invitado de la fiesta se hizo presente, todo se alineo, todo estuvo perfecto, todo coordino y el balon despertó en nosotros gritos que no sabiamos existian dentro. Es por eso que el futbol es bello.

Claro que habra los intelectualoides y culturosos que critican al futbol como una muestra del "animalismo" y de los impulsos agresivos del hombre... lástima. El hombre siempre tendra esos impulsos, son parte de lo que lo hace humano, al final del dia somos animales, racionales claro, pero animales a fin de cuenta. Si tenemos esos impulsos guerreros, destructivos, que mejor que verlos salir a superficie durante un partido de futbol, donde nuestros ejercitos se encuentran y luchan para salir victoriosos. Es evidente que esos impulsos nacionalistas, esos deseos de victoria, han sido desplazados hacia la cancha. Ya no estamos observando una partida deportiva, estamos ante verdaderos ejercitos formados de lanzeros, arqueros, caballeros, estrategas, espadachines, torres de defensa, peones, lanza llamas; incluso algunos cuentan en sus filas con hechiceros que embrujan al balon y las porterias. Dentro del estadio los jugadores, meros humanos de carne y hueso, son elevados a heroes culturales. Por instantes vuelan, se elevan entre sus contrincantes, corren en otro tiempo, desafian la fisica ...brillan. Al patear el balon no solo lanzan a este a la porteria, sino tambien su nombre a la memoria de sus conacionales. Solo al mencionar Pele, Maradona, Ronaldo, Beckenbauer, Ronaldhino la mente lanza imagenes relacionadas con lo immortal, con la belleza técnica, con la aspiración a la perfeccion, con las emociones del juego, con la cercania a los dioses. Son nuestros guerreros, los Alejandro Magno de nuestra epoca, nuestros Gheghis Khan y Atahualpas.

Durante la Copa las hordas extranjeras arrivan a las puertas y murallas del pais sede mientras el ejercito de casa tiene por mision repelerlos, mantenerlos lejos de la victoria, dejar que solo el mas debil de los asaltantes entre y esto solo para destrozarlo ante su altar: la tribuna. Es una cruzada por el grail y el ejercito vencedor, ya sea de casa o extranjero, amigo o desconocido, tiene en su poder por los siguientes cuatro años al Grail, tiene para si la honra de ser el protector de la Copa contra todos aquellos que la pretendan, Brasil es actualmente su guardian. En unos dias sabremos quien tendra por encargo ese puesto.

Venga entonces la Copa. Vengan los guerreros y las hordas. Vengan las masas deseosas de ser victoriosas aunque sea en la cancha. Vengan las banderas hondeando libres en la brisa. Vengan las caras pintadas y los trompetazos. Vengan los colores. Venga la fiesta. Venga el gol... que venga el gol.

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