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Este semestre se agota; se va, se desfigura entre sombras de alumnos reprobados, de alumnos olvidados en el camino; entre promesas incumplidas y potenciales derrochados. Pero es tambien uno de luces encendidas, de pequeños fósforos que mostraron la falsedad del cansancio, la falsedad de la rutina y el primero de los resultados: el interes.

Se agota el semestre y se lleva consigo muchas, muchas cosas, pero me ha dejado muchas otras mas a cambio. Ya fue un año desde aquel fatidico concierto de Lila Downs (lo recuerdas?). Este es mi primer trabajo en el que permaneceré por mas de un año (lo que, a decir verdad, me causa enorme conflicto), encontre, sin buscarlo, un segundo hogar (y sin el cual ya no me siento completo), me sorprendo teniendo conflictos conmigo mismo al momento de dar una clase, al instante de contestar una duda, me encuentro preguntandome qué palabras usar, las mas adecuadas, las mas punzantes quiza, las justas y nada mas; me cuestiono el contexto y subtexto de mi discurso, mis fuentes; noto la facilidad con la que mi subjetividad de izquierda progresista y en instantes jacobina evade los filtros academicos instaurados en mi durante la carrera.

Esto de trabajar con la mente humana, con la formacion de las identidades, del ser humano; directamente y no a travez de estudios y libros, es aqui donde reside lo fugaz, lo sencillo, la dicha y el centro.

Hace un par de dias le conteste a un alumno que yo no creo todo esto de la biblia y los pecados capitales y el infierno y el purgatorio y el paraiso, y las miles de virgenes y otros tantos santos, esto de los misterios y los pecados y perdones; y no lo creo por una razón: todo eso se me hace tan complicado, tan burocratico, tan lleno de formas y permisos... tal pareciera que la vision del otro mundo la realizaron en la secretaria de hacienda o en las oficinas de vialidad y transporte. Todas esas clasificaciones y pasos, lugares, pesos y medidas van en contra de la perfeccion. Pues, si consideramos a la dividad como perfecta entonces es tambien elegante en su perfeccion y por tanto es sencilla, sencilla y facil, sin necesidad de complicaciones. Tan infinitamente sencilla que algunos nos complicamos por demas la vida intentado encontrar conflictos donde simplemente no los hay.
Entonces, tomando en cuenta lo que he dicho, en este tipo de trabajo reside, al menos para mi y en este momento, el centro y la sencillez, entonces como diria Campbell, he encontrado, al menos aqui y ahora, por este momento, mi dicha.
Y a fin de cuentas, no es eso lo que importa, a fin de cuentas? Encontrar la dicha en este momento.