Ya comienza el frio, no dejes que el recuerdo del cálido verano con sus juguetonas brisas recorra tus melancólicas miradas, no te postres al lado del camino mientras las caravanas pasan, no te pierdas que ya comienza el frio, no te escondas de las miradas presuntuosas que buscan sentirse mejor al juzgarte por lo que ellas jamas podran ser, deja que las golondrinas aniden en tu mirada, largos hilos que se tienden frente a uno; no escondas tus rodillas maltratadas, señal de tropezones, marcas del concreto. Déjame observarte caminar en el jardín de las palabras, entre dragones durmientes y ángeles olvidados, deja mirarte que ya comienza el frio.
Y si dejas que el recuerdo del cálido verano con sus juguetonas brisas recorra tus melancólicas miradas, si te postras al lado del camino mientras las caravanas pasan, si te pierdes y te escondes de las miradas presuntuosas, si no dejas que las golondrinas aniden en tu mirada, si escondes tus rodillas maltratadas, señal de tropezones, marcas de concreto. Si me niegas el poder observarte mientras caminas en el jardín de las palabras, entre dragones durmientes y ángeles olvidados, entonces no dejes que te mire y dejame en el frio.